Katherine. Ha pasado más de una semana, hace pocos días cumplí el mes de embarazo y el doctor dice que todo está bien. Aún no le digo nada a Alessandro, él continúa hablando de planes y cosas que quiere hacer con nosotros. Me acuesto a dormir, minutos después él entra a la habitación, se acuesta junto a mí y me abraza. —Katherine, ¿te pasa algo? Yo confío en ti, ¿y tú? —Sí, confío en ti, ¿por qué lo dices? —Estos últimos días tú has sido muy distante y duermes mucho. Incluso Nicolás me pregunto si pasaba algo malo contigo. —No es eso, solo me siento cansada y no quiero hablar en este momento. —¡A eso me refiero! Siempre evades el tema, Katherine. Creo que yo si estoy enfermo, no puedo con los mareos y las nauseas, y cada día empeora más. Tengo que decirle, es ahora o nunca. Más bie