Katherine. —¡Katherine, dime, por favor! No sabes lo ansiosa que me encuentro. —Elsa, el resultado es... ¡Estoy embarazada! —¡Voy a ser tía! Si es niña tiene que llevar mi nombre, Katherine... ¡Katt! ¿Qué pasa, acaso no estás feliz? —Sí, pero, ¿y si Alessandro no lo quiere? Es que le costó aceptar que amaba a Nicolás, él me habló hace algunos días de viajar conmigo y muchos planes, y te juro que un bebé no está en su futuro. —¡Eso no importa, Katherine! Si él no lo quiere pues lo harás sola como lo hiciste con Nicolás. Eres una mujer increíble y si Alessandro no lo quiere, pues es que no te amaba lo suficiente como dice. —Me siento feliz, pero debo ir a un doctor, porque estaba tomando pastillas anticonceptivas. Cuando mi periodo dejó de llegar no seguí con las pastillas y deje de to