El más bello beso que he recibido en mi vida, debía terminar… Todo lo bueno tiene un fin, lo sé… Y, aunque yo no quería que ese placer divino acabara, nuestros labios se separaron tras un profundo suspiro… Nuestras frentes se unieron como un imán y abrí los ojos lentamente. Me di cuenta cómo él apretaba su mandíbula y respiraba muy profundamente. Cuando las largas pestañas que posee dejaron que sus ojos azules se asomaran, Christopher me regaló aquella bella sonrisa ladeada que se robó mi corazón. Comenzaríamos a observar el espectáculo, y para ello, Christopher colocó mi cabeza en su hombro y apretó mi mano con la suya. Sentí el romance revoloteando en mis entrañas y me di cuenta de que no necesitaba nada más para ser feliz. En el bello escenario, decorado con pinos reales, nieve ar