Capítulo 6.- Ruleta rusa.

1423 Words
—¡Vamos dispara!. Un hombre respiraba con fuerza mientras apuntaba su arma hacia un sujeto con los brazos extendidos. Nora no podía creer lo que veía, miró a su alrededor y miró incrédula a la multitud que estaba como espectadora, ¿Qué nadie iba hacer nada?. Todo parecía indicar que no, y de pronto aquel hombre que sujetaba el arma con fuerza, apretó el gatíllo, Clack. Ninguna bala salió de esa arma, el hombre con las manos extendidas sonrió aliviado y del suelo levantó un arma y la apuntó. ¡BANG! Aquel estruendo hizo que Nora cerrara los ojos, todo estaba en silencio y de pronto todos aplaudieron y gritaron como locos. ………. Un día antes… La señora Destiny preparaba la cena mientras Nora ponía los cubiertos sobre la mesa Ian llegó del trabajo y sonrió al ver a su madre. —¿Hola cariño que tal te fue?. —Bien, huele delicioso. —Ve a lavarte, vamos a comer. Mientras los tres comían, Ian miró a su hermana. —Me enteré de lo que pasó en la escuela, Hans me contó. —¿Qué pasó en la escuela? —preguntó la señora Destiny fuera de contexto. —Nada mamá — respondió Nora mientras jugaba con su comida. —Te lo dije, yo voy a cuidar de ti, ya no vas a tener problemas con él —dijo Ian. Nora no sabía a qué se refería, tampoco le dio tanta importancia, nadie podía ayudarle, o al menos era lo que ella creía, ella todo lo que quería era terminar ese último año y ya. Pero a la mañana siguiente al llegar a la escuela se dio cuenta de que todos parecían muy interesados en algo. —Escuchaste lo que le pasó. —Dicen que lo asaltaron. —Se lo tenía merecido. —De seguro se metió con la persona equivocada. Nora no le tomó importancia a nada y sólo fue a su salón de clases, se sentó en su lugar y sacó su libreta y su libro, todos ya estaban en su lugar, solo faltaba que llegara el profesor, y de pronto entró Adrián. Nora lo miró con atención, pues estaba irreconocible, tenía un ojo hinchado, un labio roto y moretones en todo el rostro. Todos murmuraban, y para sorpresa de todos, se paró frente a Nora y dijo: —Lamento haberte molestado, y levantarte falsos, soy un estúpido, prometo ya no acercarme a ti. Nora no sabía que decir, aquellas palabras no parecían una disculpa sincera, más bien parecía que sólo recitaba lo que alguien le dijo que dijera, Adrián se fue a su lugar y después de eso el profesor Hans entró. —Saquen su libro y ábranlo en la página dieciocho. Al terminar la clase como era de costumbre, Nora se quedó en su salón, haciendo tiempo para ir a su clase. —Ya no tienes que hacerlo. Ella miró a su profesor y no dijo nada. —Ya no te escondas Nora, ya estamos aquí, Ian es como un hermano para mi, lo que te convierte en mi hermana, juega o muere, pero no te escondas, no lo olvides— dijo Hans y tomó su maletín para salir del salón de clases. “Juega o muere”. ¿Qué quería decir eso exactamente?. ………… Esa misma noche Nora estaba lista, se sentía un poco nerviosa, pero al mismo tiempo estaba cansada, cansada de estar en las sombras y vivir con miedo, y de alguna manera, lo que él profesor Cuervo le dijo se le quedó gravado, como un tatuaje en la piel. Miró el reloj. 12:45 am. Y cómo todas las noches, su hermano salió de su habitación sigiloso como un gato. Nora también salió de su habitación y se escondió para que él no la viera. Se puso una gorra y la capucha de su sudadera negra, esperó unos minutos y salió de su casa, hoy iba a seguir a su hermano y averiguar de una vez por todas a donde iba. Miró las luces traseras del auto de su madre y se apresuró a subir a su vieja bicicleta. Lo siguió a la distancia por unas cuadras y sintió un poco de miedo al ver a donde se dirigía. Ian entró a una zona de bodegas abandonadas, era una zona restringida. ¿Por qué iba a ese lugar?. Dudó en sí debía de entrar o no, era un lugar espeluznante de día, y de noche ni hablar, pedaleo hasta la entrada de esas bodegas y se bajó de su bicicleta. Llegó hasta donde había una fila de autos, algunos parecían en verdad muy lujosos, y ahí también estaba el auto de su profesor, luego miró el auto de su madre, pero su hermano ya no estaba ahí. Todo estaba oscuro y Nora no sabía a dónde ir exactamente, hasta que una luz dentro de una bodega llamó su atención, se metió por una pequeña abertura y caminó por un pasillo lleno de cosas. —¡Ian!. Su corazón empezaba a latir con rapidez, tal vez no debió de seguirlo, tal vez era mejor no saber nada de esto. De pronto se escuchó música y una pareja salió de una cortina de plástico, ambos parecían borrachos, felices. Pasaron junto a Nora y ni siquiera le prestaron atención, simplemente salieron de la bodega. Nora entonces supo por dónde ir, caminó hasta esa cortina de plástico y detrás había una puerta, cuando la chica atravesó esa puerta se quedó asombrada. Aquella bodega estaba llena de gente, ahí dentro parecía un club clandestino, había un dj que tocaba y gente que bailaba, todo estaba oscuro y solo algunas luces neón alumbraban. Era la primera vez que Nora veía tal cosa. Se sintió fuera de lugar, empezó a caminar a través de la multitud y llegó hasta el centro de la pista de baile. Todo era asombroso para ella. Y por fin Nora encontró a su hermano, él estaba en una segunda planta, en un balcón, junto con su maestro Hans, ambos platicaban y se reían de algo, Nora también miró a Konrad, había otras personas, y también chicas muy bonitas, pero no parecía que fuera un lugar en el que cualquiera pudiera estar, y entonces Nora miró él por qué. Dos guardias cuidaban el acceso para subir a la segunda planta. La música se detuvo y todos los presentes se quejaron, las luces normales se encendieron y un hombre empezó a hablar. –Muy bien, es hora de… ¡Un juego!. ¡Woooo!. Todos gritaron con emoción. —Hagan sus apuestas, el juego de esta noche… ¡Ruleta rusa!. Todos se emocionaron aún más y la mayoría de los presentes sacaron sus teléfonos celulares, todos parecían estar escribiendo algo, pero Nora no sabía que hacían. —Los jugadores de esta noche, ¡James, del equipo rojo!, ¡Marco, del equipo n***o!. Las armas por favor — dijo aquel hombre y otro sujeto le llevó dos cajas de madera. —Ahora un voluntario del público. “¿Armas? “. Una mujer emocionada subió a la tarima donde estaba el presentador. —Esta linda señorita nos ayudará a revisar las armas. La mujer revisó las dos armas y asintió. Dos hombres subieron a la tarima y cada uno tomó una arma. —Ya conocen la regla, ¡¿Cuál es la regla?!. —¡Juega o muere! — gritaron todos con emoción. Nora sintió un escalofrío en todo el cuerpo, miró hacia el balcón y su hermano estaba atento a lo que ocurría, todos estaban atentos a lo que ocurría. —Muy bien, se cierran las apuestas, ¡Que empiece el juego!. Todos aplaudieron y Nora se asustó, ¿Acaso ellos se iban a disparar el uno al otro, no, claro que no, eso era ridículo, hasta que ambos jugadores quedaron frente a frente. El presentador lanzó una moneda al aire y luego dijo, —El equipo n***o empieza. La chica estaba atenta a todo, miró como uno de ellos le apuntaba a la cabeza al otro y sintió pánico, ¿En verdad iba a dispararle?. ¡Clack!. Ninguna bala salió de esa arma, la mayoría parecían decepcionados y otros estaban felices. De nuevo se escuchó un, ¡Clack!. Y de nuevo la decepción de algunos vino después de ese sonido. ¡Clack!. ¡Clack!. ¡Bang!. Nora cerró los ojos con fuerza al ver como le habían disparado a alguien en la cabeza, su corazón latió con fuerza y se sintió mareada por algunos segundos, ¿Qué había ocurrido?.
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