ALEXANDER... Camino lentamente por los pasillos de la enorme mansión que estoy por comprar, todo aquí es magnífico y se que ha Stormi va a gustarle. Camino hasta el jardín trasero donde se encuentra la piscina y un pequeño quiosco de cristal con una mesa para cuatro. Una imagen de Stormi y yo desayunando en este lugar viene a mi mente. - La compro – digo a la agente inmobiliaria que me está mostrando la casa - ¿el ático también? – me pregunta de vuelta - También – respondo mientras camino hacia la entrada de la casa donde se encuentra mi abogado con todos los documentos en regla para las compras. Cuando terminó de firmar todo lo necesario me subo a mi auto y parto para mi nueva oficina. Mientras voy conduciendo pienso en ella, todo lo que he hecho se lo debo en gran parte a ella. Mi